Uno de los terminales que mayor popularidad ha tenido desde que comenzó el año y aun sin que se hubiera presentado siquiera, es el Samsung Galaxy S5, un terminal en el que se pusieron muchas esperanzas. Sin embargo, este terminal ha dejado después de sus salida (hace unos días a un precio entre 650 y 700 euros) a muchos usuarios y expertos fríos por no decir decepcionados. He aquí algunas de las razones de ello.
Por qué no comprar el Samsung Glaxy S5 (5 razones)
- Vamos a empezar con el software, concretamente con la tan celebrada skin de Android 4.4.2 TouchWiz de Samsung. La interfaz tiene un considerable Lag al inciar y salir de aplicaciones, cargar el teclado, abrir la multiarea… que para algunos resulta bastante molesta, sobre todo teniendo en cuenta que estamos ante un terminal con el hardware verdaderamente potente.
- Continuamos en el software, con algo tan aparentemente insignificante como los emoticonos. Son sencillamente antiguos e incluso feos. Parece como si no se hubieran molestado en prestar algo de atención a algo que en realidad utilizamos tanto y tan a menudo, con una por lo demás muy buen diseño, minimalista y moderno.
- Seguimos con la pantalla, que como algunos ya sabrán tiene una profundidad de pixel algo más baja de la de el Samsung Galaxy S4. Pues bien, además de esto la sensibilidad de la pantalla tactil es sencillamente insuficiente comparada con la de terminales como el iPhone 5, el HTC M8 e incluso el Nexus 5. Si somos de los que escriben y se mueven a toda pastilla, este terminal quizá no responda como nos gustaría.
- Vamos con la cámara, una de las cosas en las que la compañía coreana ha puesto mayor énfasis. Aun siendo una cámara con gran resolución y en general es una muy buena cámara, en los colores y la calidad del sensor sigue quedándose bastante atrás en comparación con otros terminales como el Sony A7, especialmente en condiciones de visibilidad que no sean óptimas.
- La última de las pegas sobre este Galxy S5 es en relación con algo que no tiene y que debería haber incluído. No es que solo sea esto, ya que está claro que este terminal tenía que haber arriesgado un poco más con novedades que se quedaron en poco más que rumores. Hablamos del cargador inalámbrico. El Samsung Galaxy S5 cuenta con un slot de carga normal con microUSB, que además cuenta con una tapa que no resulta precisamente sencillo abrir. Una incomodidad necesaria que se suma al hecho de no haber incluído en su buque insignia la esperada carga inalámbrica.