Si bien muchos de nosotros sentimos que pasamos demasiado tiempo frente a nuestras pantallas, eso no significa que seamos adictos. Es muy importante, que primero distingamos muy bien los términos.
Usamos coloquialmente dependiente para asumir que probablemente le dedicamos más tiempo del que nos gustaría. Adicto es un término más fuerte que corresponde al campo de actividad que es el cuidado.
Es decir que si eres adicto y te das cuenta de que pasas demasiado tiempo frente a las pantallas, no podrás hacer que las cosas cambien. El dependiente, sin embargo, puede cambiar. Adaptará su tiempo y se organizará para que sus actividades le hagan pasar menos tiempo frente a estas tecnologías.
¿Cuáles son los efectos nocivos de la tecnología en nuestras vidas?
Si bien ayudan a mejorar nuestra vida diaria y nuestras actividades de muchas maneras. Las innovaciones tecnológicas y su cantidad de sorpresas interminables están generando cada vez más temores por su dependencia y la protección de la privacidad.
El uso de herramientas tecnológicas se ha convertido en fundamental en la vida educativa de los jóvenes. Y la mayoría de ellos muestra un gran interés en dispositivos de visualización como teléfonos inteligentes, tablets, PC y consolas de juegos. Excepto que esta pasión no está exenta de peligros.
Estudios recientes revelan que los adolescentes pasan mucho más tiempo frente a una pantalla que cualquier otra cosa. De igual manera también demuestran que esta situación tiene derivaciones negativas y peligrosas para su desarrollo intelectual. Es por esta razón que, los médicos desaconsejan el uso de pantallas antes de los 6 años.
Con la evolución de la tecnología, los niños, especialmente los adolescentes, comparten muy poco tiempo con sus familias. Están completamente desconectados de la sociedad y sus realidades.
Han hecho de su pantalla chica e Internet su nuevo mundo. Pasan muchas horas en él, lo que afecta significativamente su sueño y rendimiento cognitivo. Muchos desarrollan así una cierta debilidad de concentración, memoria y reactividad debido a estas herramientas digitales.
¿La tecno adicción nos quita privacidad?
La evolución de la tecnología trae consigo nuevos hábitos que amenazan por completo la protección de la privacidad. Cada vez que nos conectamos por ejemplo en redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram o Snapchat necesariamente dejamos rastros.
Por otro lado, toda la información personal y profesional que publicamos en Internet está expuesta a sitios web, piratas informáticos o incluso gobiernos. Estos pueden explotarla como mejor les parezca sin nuestro conocimiento.
Hoy en día, por ejemplo, las empresas pueden acceder fácilmente a sus datos simplemente escribiendo su nombre en Instagram o Facebook. Al estar expuesta la vida social e incluso privada en las redes sociales, pueden acceder libremente a su perfil y explorar todas sus publicaciones. Los comentarios, videos y fotos que comparte, con la finalidad de evaluar su personalidad como parte de una contratación.
El espionaje tecnológico como baluarte contra los abusos observados en el uso de Internet y aplicaciones de comunicación social. La invasión de la tecnología en nuestras vidas también se mide por el creciente número de aplicaciones de comunicación social que aparecen todos los días.
Sin embargo, su uso no está exento de variaciones, como lo demuestran muchos ejemplos. De hecho, las experiencias muestran que estas herramientas de intercambio pueden ser desviadas de su propósito principal para servir a fines completamente insalubres por personas sin escrúpulos.
Como los depredadores sexuales en la red y ciberdelincuentes. Para poder contrarrestar estos abusos, cada vez más personas recurren al espionaje tecnológico. Mediante el uso de software espía que les permite tener cierto control sobre la vida cotidiana de sus seres queridos.
¿La tecno adicción influye en algunas patologías de la ansiedad?
Junto a la adicción, la ansiedad es otra consecuencia del uso excesivo de tecnologías digitales. Estudios revelan, se pueden desarrollar patologías de ansiedad, incluidos los trastornos somatomorfos, anteriormente llamados trastornos hipocondríacos.
En la actualidad, es muy fácil buscar en Google un síntoma y diagnosticarse con una enfermedad. Por razones médico-legales, la mayoría de los sitios de salud enumeran millones de síntomas de diversas enfermedades, un síntoma puede significar resfriado o cáncer.
Esto aumenta la ansiedad de las personas predispuestas a los trastornos somatomorfos. Para ellos, Internet puede ser el peor invento del mundo. Recientemente, los expertos en salud han descubierto nuevas patologías como la nomofobia.
Este es el miedo a no tener teléfono celular o el miedo a perderse. Estas son solo las primeras de las nuevas enfermedades que pueden aparecer en el futuro. No obstante, estas patologías siempre han existido y podrían expresarse de manera diferente en otro contexto.
Algunas de las enfermedades actuales son realmente similares, el contexto de la tecnología les otorga un recubrimiento especial. Pero siempre existe el riesgo de que estas patologías, como la nomofobia, se expresen de otras formas en personas con probabilidades de desarrollarlas. Sin redes sociales o tecnología móvil, la patología tendría un aspecto diferente.
¿Deberíamos preocuparnos?
Esta es una opinión que comparten muchos expertos y especialistas de la salud. Para ellos, las patologías atemporales se presentan de forma diferente según el contexto en el que aparecen.
Los videojuegos ofrecen una nueva cobertura para patologías que siempre han existido, como patologías de la soledad, autoaislamiento o fobia social. Todos tienen en común que la persona está huyendo de sí misma. La persona no quiere enfrentarse a lo que es, a lo que son los demás, quiere huir del mundo y huir de sí misma.
Anteriormente, el alcohol había jugado a menudo este papel de salida, pero los videojuegos se han apoderado hoy, sin crear nuevas patologías. ¿Qué pasa con el futuro? Los profesionales de la salud aseguran que, es probable que aparezcan nuevas enfermedades con nombres exóticos vinculados a la tecnología.
Algunos ya cuentan con términos como zombiquismo, denominada así por la imposibilidad de comunicarse con personas que no están a distancia. O incluso zappitis, que son los ataques de aburrimiento provocados por la ausencia de estímulos, entre muchos otros que seguirán apareciendo con el tiempo.